SERVICIO DE ATENCIÓN PSICOLÓGICA DEL GOBIERNO DE CANARIAS

Para nadie ha pasado desapercibida la pandemia del Covid-19. Personas confinadas, enfermos, demasiados muertos, incertidumbre, mucha información y muy contradictoria. Esto ha producido en la población general momentos de ansiedad, problemas familiares que aparecen o que se agravan y miedo al contagio propio o a contagiar a sus seres queridos.

Sanitarios desbordados, sobrecarga de trabajo, con más miedo aún si cabe porque se exponían directamente a ese "bicho tan feo" que es el Covid-19. Problemas de insomnio, irritabilidad e incluso problemas para desahogarse porque no quieren preocupar a sus familiares. 

Personas con trastornos psiquiátricos que ha sufrido desequilibrios de su estado al romper sus hábitos, la rutina que los mantenía en pie o simplemente por no poder contactar con su especialista habitual.

Pero quiero hacer especial mención a aquellas personas mayores que viven solos, que no tienen familiares, que están fuera de las islas, o simplemente que no pueden verlos ahora por ser personas de riesgo. 

Y aquí estaba nuestra labor, ayudar a todos a afrontar todas sus preocupaciones, la ansiedad que aparece cuando menos lo esperas, el miedo a salir a la calle, los problemas socioeconómicos que cada vez son más importantes y que parecen un túnel muy largo donde no se ve un atisbo de luz. 

 Han habido días más llevaderos, otros más complicados, personas que te llegan al corazón por un motivo u otro, y cuyo dolor te llega muy adentro.

Estamos especializados en manejar estas situaciones, en la ayuda al prójimo e incluso a desconectar después de momentos duros para poder cerrar y comenzar a ayudar en la siguiente llamada. Y es aquí donde me siento muy orgullosa de mí misma, pero aún más orgullosa de mis compañeros, que cada uno de ellos ha hecho la labor encomendada de la mejor forma que ha podido. Gran equipo en todos los turnos, gran implicación y colaboración entre todos para que nos sintiéramos uno solo. 

Me llevo una gran experiencia personal y profesional, grandes compañeros y grandes coordinadores que se han convertido en amigos para siempre. 

GRACIAS AL COLEGIO OFICIAL DE PSICOLOGÍA DE LAS PALMAS por la oportunidad brindada, y gracias a la vida por poner en mi camino las cosas en el momento adecuado, y a mi equipo amarillo formado por ser tan genial; Raquel, Sara, Antonio, Yasmina, Itahisa, Gara y una servidora. ¡VIVAN LOS AMARILLOS! 

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Por qué nos cuesta cambiar?